Un diputado nacional de escasos méritos, logró tomar conciencia del verdadero significado de los cacerolazos, los escraches y las movilizaciones. Obviamente no se quiere ir - según sus declaraciones - pero tampoco sabe para que se quedará. Sus amigos del Norte, anunciaron una serie de medidas contrarias a las que anteriormente les ordenaron predicar. Es evidente que éstos técnicos del FMI que, ya han fracasado en Malasia e Indonesia son tan mediocres que, no se entienden entre si ni con sus acólitos del Sur.

Estos dirigentes ya han probado su miopía política, padeciendo Argentina un schock sin precedentes, ¿Qué hacer ahora, que los monjes del Norte cambiaron súbitamente de opinión porque ya no les interesa la “dolarización”, ahora quieren “anclaje financiero”?.

Seguramente les habrá ocasionado un enorme desconcierto este tipo de contradicciones, pero como poseen una capacidad de adaptación a prueba de cualquier evento de la historia (y de la naturaleza como el camaleón), no me sorprendería verlos alinearse con Lepen - nazi francés-, si el tejano se los ordena...

Hoy, a nuestros políticos, no solo los está echando la gente, sino sus propios jefes, aquellos a quienes sirvieron obedientemente desde la década del 90. Los tótemes del Norte los han expulsado por las letrinas del Capitolio. Me pregunto, ¿Cómo se sentirán ahora que han descubierto esa condición?. La historia nos enseña que se puede ser un cipayo y obediente ejecutor de las órdenes del Imperio pero, jamás se sentarán en la misma mesa a disfrutar el mismo banquete. ¿Qué beneficio, por ejemplo, nos reportó el haber participado de la Guerra del Golfo? Ninguno. Aliados si, socios no. ¿Habrán creído estos “dirigentes de cartón” que, el Imperio los eligió por su capacidad?. ! Qué ilusos!. Precisamente todo lo contrario. Para ser servil, obsecuente a los designios del poderoso no hace falta una aguda inteligencia. Hoy, el amo del Norte, les está diciendo “gracias idiotas útiles, ya cumplieron su ciclo, no los queremos como socios, ya nos ayudaron a desguazar el Estado Argentino por medio de su explícita estupidez, ahora vamos por más. Vamos por la soberanía económica y cultural de esa nación del Sur”.

Ese es el precio que se paga ante tremenda mediocridad, porque lo curioso e que no son ni siquiera útiles a los planes del FMI, todo lo contrario, son hasta peligrosos, por eso los echaron de la cofradía del Norte.

Recientemente una trabajadora de avanzada edad, señalaba a un periodista que, un ex presidente padece de “demencia senil, mística y sexual”. Realmente me sorprendió esta definición; ni por cerca se me hubiera ocurrido pensarlo de este modo. Al parecer la gente ya ha comenzado ha calificarlos de trastornados y enfermos mentales. La historia latinoamericana está plagada de ejemplos: Somoza, Duvalier, Galtieri, Pinochet, etc, unos más asesinos que otros. Ahora se suman los nuestros. De ser esto más que una sospecha, sería oportuno neutralizarlos a tiempo, no vaya a ser cosa que, este tipo de adefesios lleguen realmente al poder.

La gente no cuestiona “el cargo que ocupan” ciertos personajes; denuncia a “ese” personaje con nombre y apellido; de modo que no es un problema de legalidad o ilegalidad la caducidad de los mandatos; es una cuestión de legitimidad de la función que hoy ejerce esta clase dirigente. El mensaje es absolutamente claro! Que se vayan todos!! No vuelvan nunca más!.

Es hora de que tomen conciencia de que ser fieles siervos sólo sirvió para dejar al descubierto su ineptitud, que por unas cuantas migajas los convirtieron en sicarios adherentes a un modelo que ni siquiera entienden, ni conciben. Esa es la triste condición que ostentan.

Pero finalmente se van, las cacerolas y los piqueteros muertos los echaron. Comienza ahora, un nuevo período de la historia política del País. Por fin dejan el Poder “la delincuencia política más inescrupulosa de los últimos tiempos”. El mérito de esta expulsión masiva, es de todos los que estamos padeciendo las consecuencias de la corrupción, la ineficiencia y la torpeza de estos aprendices de dirigentes. Por cierto, hay que recordar que, hay un monigote que alquiló temporariamente el sillón de Rivadavia, el problema no es que sea un títere, lo dramático es saber si estoy frente a Chirolita o Chucky el muñeco diabólico, porque en ese caso ni siquiera iría a los actos oficiales.

Hay que seguir luchando pero, ahora, para que no vuelvan nunca más. Con esta consignas es probable que recuperemos la esperanza de construir un país en el que podamos vivir con dignidad, porque aunque usted o yo no lo crea, están orquestando el regreso y, como su torpeza no les deja ver más allá de sus ojos, seguramente apelarán al viejo recurso del circo proselitista. Recuerde luchó y se fueron, resista y no volverán. Del escrache público a la destitución hay apenas un paso, diría que, no existe una línea divisoria. Para irse sin pena ni gloria como entraron, no se precisa de un gran esfuerzo intelectual, de modo que, aún dentro de sus propias limitaciones, ésta es una acción sencilla: escriba en un papel en blanco “renuncio al cargo para el que equivocadamente me eligieron”.

Artículo publicado en 'El independiente', Agosto de 2002

por José Pedro Amado