Francis Fukuyama, - historiador Japonés- , declaraba “El Fin de la Historia “hace más de una década atrás. Generó un revuelo impresionante en los círculos académicos de todo el mundo. Esta afirmación se la interpretó de diversas maneras. Se lo condenó de apocalíptico, pro-liberal y hasta en algunos casos de reaccionario. De todos modos, se le debería reconocer a ese ensayo el carácter de anticipatorio.
Sucede lo mismo con el trabajo de Samuel Huntington “ Choque de Civilizaciones” planteando - en líneas generales - un enfrentamiento entre Occidente y Oriente desde el escenario de la cultura y las creencias, sustentándose desde la hipótesis que la “cultura” oriental posee condicionantes que les imposibilita acceder al desarrollo científico tecnológico que ostenta occidente. Entre el “El Fin de la Historia” y “Choque de Civilizaciones”, el Apocalipsis es el desencadenante inevitable de los nuevos tiempos.
Estas visiones, apocalíptico - pesimista, del mundo son voces que intentan distraer la atención del mundo que, ya no ve con buenos ojos las injusticias de la tan nombrada Globalización. Los números y las estadísticas son abrumadoras y las protestas sociales por ese motivo son cada vez más frecuentes y numerosas. Los nuevos dueños del Planeta están seriamente preocupados de esta situación.
Pese a todo se cumplió lo que vaticinaron estos pensadores. El tejano - Bush- descargó su odio contra un enemigo de mil figuras: “ El terrorismo”. Un enemigo sin rostro pero que, con una cuota de psicosis paranoica, puede adquirir rostro, nombre, apellido y país: Sadam, Ben Laden, Chávez, Noriega, Galtieri, Somoza o Pinochet. Para éstos pseudos- ideólogos da lo mismo sus creencias o su ideología, lo que interesa es que no puede quedar impune el orgullo Americano después del atentado. La mayoría de éstos carcamanes, fueron “creados” por la CIA y el Pentágono.
Recientemente, el Dr. Strassera- abogado que intervino en el juicio a la “Junta Militar Argentina”-, en un programa televisado señalaba con asombro cómo un intelectual - no recuerdo su nombre - podía expresar que “está bien lo que le pasa a Irak por los desatinos y masacres cometidas por Sadam contra los Kurdos”. Precisamente cuando él fue miembro de una Corte Internacional abocada a la investigación sobre violaciones a los derechos humanos en 1990, el canciller argentino Domingo Cavallo durante la primera presidencia de Carlos Menem, ordenó que la Argentina votara en contra de un proyecto presentado por Francia para que se investigue los crímenes cometidos por Sadam a los Kurdos. El escritor al que hace referencia el Dr. Strasera es de extracción menemista y justamente esa contradicción tan evidente y absurda está desvirtuando la visión objetiva del conflicto en Medio Oriente. Ahora - estos intelectuales menemistas - están resueltamente en favor del derrocamiento del régimen Irak.
La política internacional americana ha sido y es nefasta y lo que ha logrado -como lo señalaba Clinton- , es cosechar odios y enemigos en todo el planeta. Pero también cosechó acólitos y bufones obsecuentes que juegan el “triste “rol de ser fieles y obedientes servidores de los intereses de los poderosos.
Las águilas de Bush ya se han apostado en el concierto internacional y, según Víctor Ego Ducrot - periodista argentino- quien, recientemente publicó un libro “Bush & Ben Laden s.a.”, tanto Bush como Ben Laden son socios del petróleo y no supuestamente enemigos. En otro pasaje de este trabajo - pag 62, 63 y siguientes - señala que John Negroponte, hoy representante de EE.UU. ante la ONU, está sospechado de haber sido el responsable de la tortura y asesinato de 32 mujeres salvadoreñas que, habían huido de su país aterrorizadas luego del asesinato del arzobispo Oscar Romero. “Las subieron a un helicóptero en el aeropuerto de Tegucigalpa y simplemente las arrojaron al vacío y sus hijos fueron puestos a cargo de los militares”. A esta película los argentinos ya la vivimos.
Puede que el relato de este periodista, sea fruto de una especulación rimbombante, pero curiosamente EE.UU., es uno de los países junto con China y Rusia, que no adhiere a la recientemente creada Corte Penal Internacional con sede en Ginebra. Su misión será procesar a los criminales de guerra y “todos” aquellos que hayan violado los derechos humanos. El problema que solo serán juzgados aquellos “asesinos” que pertenezcan al conjunto de naciones que suscriben y pertenezcan a esta Corte. Por ahora las águilas andarán impunes.
¡Qué insulto a la sublime nobleza del águila que su nombre se use para designar a éstos necrófagos del tejano!!. Antes eran amigos y les vendían armas a Sadam; ahora, es un dictador que instauró un régimen de terror en Irak.
Ese es el criterio con el que opera la ética “utilitarista”; es bueno cuando te sirve y malo cuando no y, allí reside la falsedad del mensaje bélico que intenta vender al mundo, Bush. Los cuervos del Pentágono operan desde la convicción de que todo el mundo es absolutamente incapaz de desenmascarar las ocultas intenciones de la guerra; como están acostumbrados a tratar con aldeanos estúpidos creen que todos lo somos; además parece que ni les interesa en lo más mínimo la opinión del resto de los habitantes del planeta.
Lo terrorífico sería contestar ¿cuándo vendrán por nuestras tierras, los hielos continentales, las reservas petroleras del sur patagónico y sus lagos?. La fórmula será idéntica a la empleada en Medio Oriente. Realizar un golpe de Estado en el país, nombrar a un dictador miope, autoritario y asesino; se le vende armas de segunda y finalmente lo derrocan a través de una acción armada. Resultado: “todo es mío, riquezas soberanía, pueblo esclavizado y región”.
Tengo en mi mente ciertos “personajes “ que harían este trabajo por mucho menos que un mendrugo. Están entre nosotros y es fácil detectarlos.
Esta “cruzada" bélica contra el terrorismo es una falsa excusa que oculta otros intereses. Dividir arbitrariamente el mundo en dos “terroristas - antiterroristas”, corresponde a una visión totalizante e imperial del mundo y la historia. Ya hemos vivido y padecido - a lo largo de la historia - éstos desatinos generando esta suerte de pensamientos mesiánicos: Hitler, Mussolini o Stalin, donde sólo es válida una sola posición, el contrario no puede existir ni convivir, por lo tanto debe ser eliminado. Con éste simple criterio se justifica la muerte y la destrucción, la guerra y el caos.
Estamos ante una guerra de alcance global y, desgraciadamente, el escenario se hará extensivo al ámbito de la cultura, las ideologías y las creencias. Será una guerra donde las ideas libres, librarán sus batallas contra el “nuevo totalitarismo del Poder Económico”.
A lo mejor, sea el fin de la Historia y el comienzo de los Nuevos Tiempos; habría que señalar el modo de comprender estos nuevos modelos socio - históricos y explicar la nueva coyuntura histórica que nos toca vivir, porque, sin duda alguna, estamos frente a la aurora de los nuevos tiempos.
Artículo de opinión publicado en 'El Independiente' en Abril de 2003.